EL EXORCISTA
En 1950, mientras estudiaba en la Universidad de Georgetown, William
Peter Blatty descubrió la historia de un chico de 12 años llamado
Robbie, quién en la década de los cuarenta fue exorcizado por un grupo
de sacerdotes en el estado de Washington, luego de ser diagnosticado
como un caso de posesión demoníaca. Este suceso fue muy popular en los
Estados Unidos en aquella época y el hecho fue cubierto por los medios
más importantes del país. Blatty tomó ese hecho y lo convirtió en una
fascinante y terrorífica novela, que resultó un best seller instantáneo
en 1971.
El libro generó su polémica y el fenómeno aumentó dos años después
cuando el escritor adaptó su obra para el cine. Ya han pasado casi
cuarenta años y la novela sigue viva.
Con esta edición pretendemos no solo crear nuevos lectores y brindar la
posibilidad de relecturas, sino también resituar, en la escena de la
edición en castellano, un clásico con una edición cuidada, porque la
novela lo merece. Por otro lado, los lectores podrán apreciar que en la
adaptación cinematográfica fueron eliminadas varias subtramas, así como
se modificó el rol de algunos personajes secundarios que en la novela
adquirieren un papel mucho más importante.
La película fue muy importante por los efectos especiales que llevaba, que no eran nada habiatuales en esa época. También fue importante la temática, fue muy impactante tanto terror, en tan solo dos horas. Pero lo que más llamó la atención del público es que está basado en un hecho real de un chico estadounidense.
Mi opinion sobre esta película es que se sale de los margenes establecidos en esos años en el cine, por ello tiene tanta fama, y que por supuesto se merece. Cuando actualmente la gente ve El Exorcista, suelen ver que es una peli, con malos efectos cinematográficos, ya que tienen como comparación las películas de ahora, que van con efectos de ordenador, pero en ningún momento El Exorcista al ser visto pierde calidad.
En la realidad la película causó bastantes extragos, ya que hubo gente que viendo esta tuvo desmayos y hubo gran pánico, pero lo peor fue las presuntas posesiones satánicas.
Si no has visto esta gran obra del séptimo arte, te recomiendo que la veas, ya que si no te estarás perdiendo un mito del cine estadounidense.
Madame Blatte